Una nueva perspectiva
Los sueños y las montañas son como la vida, a veces dura y desafiante, pero también pueden ser un camino hacia la conexión con nuestra sabiduría interior, donde desde su cumbre más alta o sus valles más profundos podemos encontrar una nueva perspectiva, comprender su verdadero significado y comenzar de cero.
Mis amigos me conocen desde siempre por una de mis principales características: mis sueños locos y extraños. Aunque a veces son incoherentes y divertidos, también contienen mensajes importantes que me enseñan, me ayudan y me retan a enfrentar mis miedos más profundos.
Me gusta pensar que los sueños son una herramienta para conectar con tu sabiduría interna, tal como lo creía mi Abuela Lucha, quien contaba a la familia que soñaba cosas que luego se volvían realidad, o como las prácticas ancestrales de los toltecas, quienes han sido capaces de acceder a los diferentes niveles sueños y a otros estados de conciencia a través de ellos.
En uno de mis sueños más recientes, viví muy real que tenía un accidente y me amputaban la mano derecha, esto implicaba que debía aceptar mi realidad, acostumbrarme y seguir con mi vida. El sueño fue muy largo, o al menos así lo sentí, noté que me acompañaban las personas más importantes para mi, pero también experimenté confusión al no entender por qué me estaba pasando esto, ya no iba a poder a hacer algunas de mis actividades favoritas, sentí coraje, tristeza profunda y demás emociones. Tendría que comenzar de cero.
Me desperté aún confundida y con una sensación rara, agradecí por mi cuerpo, por mi salud y esto me llevó a reflexionar sobre las pérdidas en la vida.
Una Nueva Perspectiva
Yo sé que no se puede comparar un sueño con la realidad, fue una metáfora que me permitió conectar emocionalmente con al menos un granito del complicado proceso no lineal de una pérdida irreparable, especialmente cuando es inesperada.
La realidad es que todos hemos o vamos a perder algo importante en la vida, ya sea la capacidad de hacer algo que nos encanta, la salud, un ser querido, una relación o incluso a nosotros mismos.
Nuestra vida cambia para siempre. Ya no podemos volver a la forma en que era antes, pero podemos aprender a ver el mundo de una manera diferente y transformarnos.
Efectivamente, no tenemos idea de los procesos internos que pasan las personas, pero lo que si sabemos es que la capacidad de adaptación y resiliencia es un instinto del ser humano. Es precisamente a través de los cambios y los desafíos más fuertes que evolucionamos y descubrimos nuevas perspectivas.
La vida nos presenta una oportunidad para comenzar de cero, nos vemos obligados a revisar nuestro entorno, nos damos cuenta de lo verdaderamente importante, comenzamos a buscar nuevas formas de crecer, inevitablemente nos transforma, nos lleva a crear algo nuevo en nuestras vidas, algo que se alinea a lo que verdaderamente somos.
Comenzar de cero puede ser difícil, pero también puede ser liberador.
